Existen dos clases de ternura: la que conoces desde que naces hasta que mueres, y la mía.
¿Hace mucho tiempo que deseas hacer cosas normales pero nuevas, sencillas pero sublimes, cotidianas pero conmovedoras?
Lo normal, lo sencillo, lo cotidiano; pero con un estilo diferente a lo que has conocido. Te propongo otra dimensión de lo consuetudinario, una nueva dimensión de la compañía.
Si buscas una compañía superlativamente diferente, en donde la complicidad, la emocionalidad y el entretenimiento son los absolutos protagonistas de la vivencia; estás en buenas manos.